Esta época actual de crisis financiera, es un momento muy oportuno, para invertir en la mejora profesional
Aprovechando que la próxima semana estaré en la Convención Internacional de Estudios Turísticos a celebrar en la Habana, organizado por la Universidad de La habana, coordinando la mesa de formación turística en áreas rurales y naturales y también en la mesa de turismo y medio ambiente, pues incluyo este tema en nuestro debate.
Todos los diagnósticos efectuados sobre el sector del turismo rural, ecoturismo, y en general las actividades turísticas que se desarrollan en las zonas rurales y naturales y en muchos otros destinos turísticos, tanto del litoral, como urbanos, denotan la existencia de un Capital Humano, poco formado o con poca preparación a nivel profesional, especifica en turismo.
Y desde luego es un hecho, que se denota por los resultados del nivel de desarrollo y no solo del crecimiento económico y social de los entornos rurales, donde se implanta esta actividad productiva.
Para cumplir los objetivos económicos, sociales, como ambientales del turismo, e imprescindible, saber hacer, aplicar el conocimiento y usar las mejores habilidades y esto solo se puede obtener mediante procesos formativos.
Tengan en cuenta que la codiciada calidad turística, se basa en gran parte (y aunque no se mida, lamentablemente) en la aptitud y actitud de los recursos humanos, presentes en el proceso global y total del desarrollo turístico.
Si hablamos del turismo más especializado, entramos en un debate todavía sin resolver, ya que existen dudas, sobre la necesidad de una formación de grado o de postgrado o de especialización profesional. ¿Porque realmente se justifica una carrera universitaria de turismo rural, ecoturismo (denominada en algunos casos, ingenieria de ecoturismo), turismo cultural, etc.? O como veo que están haciendo en la universidad de La Habana, incluir la asignatura de ecoturismo, en la carrera de biología, pero abierta a otras carreras.
Creo, personalmente que todas las opciones pueden ser validas, dependiendo de las necesidades formativas tanto del territorio objetivo, como del sector. Una vez detectadas las brechas de necesidades, se trataría de irlas cubriendo con programas de un nivel u otro. Y por supuesto, el mercado, finalmente decidirá, si existe suficiente demanda para rentabilizar un tipo u otro de formación.
Hay que tener en cuenta también los objetivos y necesidades, en parte diferentes, de los demandantes, ya sean del sector público, privado o voluntario. Pero lo que sí es obvio, que hablemos del turismo que se quiera y donde se quiera, estamos hablando de turismo, como instrumento de desarrollo local, que a su vez ayude a obtener otros objetivos ya sean de conservación o gestión ambiental, Patrimonio Natural, Cultural, Social, pero sin perder de vista, que una actividad como la turística, es productiva, se basa en un negocio y este debe ser viable o en caso contrario, no funcionara y por tanto no podrán cumplirse los objetivos deseados.
En el medio rural, todavía en muchos sitios, predominado por una población perteneciente al sector primario, precisa de la formación, para acceder a nuevos empleos del sector servicios. Así como para aquellos, que quieran entrar en esta nueva era de economía verde, a través de empleos verdes, donde el turismo rural, está incluido, necesitaran sin duda una capacitación previa, ya sea genérica o de especialización.
Posiblemente en esta época actual de crisis económica y financiera, sea un momento muy oportuno, para invertir tiempo y esfuerzo, en la mejora profesional para acceder o consolidarse a estos nuevos yacimientos de empleo o para desarrollar más eficientemente la capacidad emprendedora.
Un cordial saludo
Arturo Crosby
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