Ayer, fue Rio, hoy comienza Copenhagen y Mañana ?
No quiero, ni mucho menos ser pesimista, ni echar ningún mal de ojo a esta cumbre, tan relevante y que tanta importancia, le están concediendo los medios de comunicación, cuando según leo, no va a ser vinculante, sino mas bien se llevaran a cabo firmas de intenciones o compromisos políticos, que por experiencia ya sabemos hasta donde pueden llegar; es decir hasta donde quieran y cuando quieran.
Personalmente, no es que sea escéptico al cambio climático, porque es un hecho más que demostrado, científicamente. Llevamos millones de años con un cambio evolutivo climático y en general ambiental, pero lo que quizás haya duda es si el cambio actual es mucho mas rápido, en términos absolutos y relativos y hasta donde la influencia humana esta alterando tanto la velocidad del cambio, como su impacto.
Pero lo cierto es que más bien, el gran cambio en estos siglos ha sido el humano y por los resultados, tengo mis dudas cuanto positivo es o si el balance se inclina más hacia lo positivo o lo negativo: júzguenlo y cuéntelo, en alto (aquí tienen espacio para hacerlo)
La permanente y casi exclusiva visión antrópica del Planeta, hace que se confundan conceptos y términos y se identifiquen muchos de los impactos ambientales negativos, como tales, olvidándose que se le está otorgando unas consecuencias de impacto social y económico, por encima de las del propio ecosistema, que posee unos mecanismos de autorregulación, los que el hombre siempre trata de romper para obtener su máximo beneficio, a escala pequeña o grande, pero obviamente a medio y largo plazo, nunca lo conseguirá.
El turismo es un sector, tremendamente afectado por cualquier impacto ambiental, de origen físico, ya sea climático, geológico, …pero todavía casi es peor, como ya lo he escrito en diferentes ocasiones, los impactos intangibles o perceptuales, ya que afectan mas profundamente a la persona o turista, que evidentemente variara sus hábitos de lección de destino y por ende la compra de dichos productos.
Pero tengan claro una cosa y aunque suene a marketing verde, aquellos destinos, ofertas turísticas, negocios, etc…que incluyan estrategias ambientales creíbles, serias y avaladas científicamente, y tengan el saber hacer de comunicarlas eficientemente, cada vez más, tendrán un nicho de mercado más grande y mucho más fiel y el efecto multiplicador, del boca a oreja, tendrá mas fuerza.
Ya no basta la antigua y ojala ultima frase, de quien contamina paga y espero que pronto se caiga la amortiguación de la mala conciencia y proyección de empresa buena, plantando arbolitos, al mismo tiempo, que se sigue dañando el entorno natural.
Los turistas y la sociedad ya está despertando y exigirá responsabilidad, premiando solo a los merecedores, ya sean pequeños o grandes.
Piénsenlo. Un cordial saludo
Arturo Crosby
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