TURISMO RURAL, DE NATURALEZA es TURISMO DE SALUD: NO LO SABE?: UN APORTE PARA SU RE-INVENCION


Cada vez más, se incrementa la demanda del denominado turismo de salud, en especial al termalismo, spas y oferta relacionada, pero sin duda, todavía no se ha dado cuenta de que precisamente la respuesta a esa falta de salud, especialmente urbana, la puede encontrar en las zonas rurales y naturales.
Es evidente que una de las causas o consecuencias, más bien, de esta falta de salud, se traduce en ausencia y por tanto necesidad de encontrar una “felicidad” aunque sea momentánea y que precisamente la experiencia de viajar a estos espacios, puede ayudar a obtenerla. Pueden leer, lo que ya se publicó, hace unos meses sobre este tema, en : http://www.forumnatura.org/archivos/TURISMO%20FABRICAS%20DE%20FELICIDAD%20II.pdf
Al viajar, calculen la cantidad de tiempo disponible, que una persona puede tener para conseguir unos momentos de felicidad en las 24 horas al día, de estancia en un destino determinado.
Sin volver al tema de definición de “felicidad” (les recomiendo el libro de Eduard Punset, “Viaje a la felicidad”) y su fórmula para conseguirla, es importante recordar a este sector turístico, que tiene alcance la posibilidad de crear experiencias en este sentido y que si definitivamente se modernizan (más bien actualizan) y se decantan por utilizar los conceptos y herramientas del marketing relacional, verán como seguro mejoran la ocupación y responden a las expectativas, que tenían que ver más con el perfil de los visitantes, más cercanos a la motivación por el medio rural y natural, versus la más reciente, que se ha alejado bastante y generalizado bruscamente, provocando un cambio importante en los elementos y facilidades de la oferta turística, que trata de responder a dichas nuevas expectativas: campo sin campo, naturaleza a través del cristal, trekking hasta el primer restaurante, eco-visión light y urbana, etc, etc….
No es necesario crear Destinos, como Centros Terapéuticos, porque ello, provocaría un cierto rechazo inconsciente, pero si utilizarlos de tal forma, que puedan producir resultados similares. Si fuera así, tendrían de antemano, un programa de “fidelización garantizado”,…quien no iba querer repetir??

Cuando una persona decide viajar, siempre piensa en disfrutar, en un cambio temporal,….en definitiva en encontrar una felicidad, aunque sea perecedera. Bien a través del viaje en sí, de un alojamiento que le ofrece lo que en un momento le da satisfacción, de una comida placentera, de no hacer nada, etc…..en definitiva de una “experiencia” que le haga percibir positivamente la estadía.
La promesa de encontrar la felicidad en cualquiera de sus estadios, comienza desde el principio del viaje, hasta el regreso a su origen. Cada etapa es una oportunidad de beneficio y también un riesgo, acorde a los gaps que puedan encontrarse.
Debe saberse diseñar y apostar por crear estas nuevas experiencias, más cercanas al concepto del turismo de salud, que al turismo rural convencional y que les servirá para diferenciarse.
Ya existen ciertas ofertas relacionadas con lo que les comento, el problema lo tienen, que no saben definir la experiencia ni el producto turístico (desde la mera contemplación paisajística, gastronomía diseñada, chamanes, …), ni por tanto la demanda objetivo y por ello, no llegan a funcionar, pero existe un muy importante mercado potencial.
Un cordial saludo
Arturo Crosby

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