Por qué el No al Turismo Ecológico



Acostumbrado a trabajar online y siempre que busco algún termino, definición o concepto, me gusta entrar en wikipedia, para ver lo que se dice. Y claro cuando uno marca “turismo ecológico”, le aparece esta definición: El Turismo ecológico o ecoturismo es una nueva tendencia del Turismo Alternativo diferente al Turismo tradicional.

Siguiendo leyendo el texto, mezcla bastantes veces e indistintamente turismo ecológico y ecoturismo, dando a entender que son sinónimos y además le confiere una serie de principios intrínsecos, como sostenibilidad, ética, responsabilidad, justo, preservación, etc.
Por principio y al igual que cuando se menciona la agricultura ecológica; me parecen incompatible conceptualmente, tratar de equiparar turismo y ecología, pretendiendo afirmar, al igual que en la agricultura, pueda existir un turismo o una agricultura ecológica.

Permítanme, usar primero el tema agrícola, porque no comprendo que puedan existir cultivos agrícolas, en un medio natural sin alterar el ecosistema donde se desarrolle, por tanto no puede ser ecológico. Al menos por principio. Otra cosa muy diferente es la agricultura orgánica, la bio-agricultura y las buenas prácticas ambientales en la agricultura, pero nada que ver con la denominada erróneamente agricultura ecológica, salvo para fines de marketing comercial o político.

Pues si hacemos un paralelismo con el turismo, ocurre algo similar. La actividad turística siempre ocasiona una serie de impactos negativos tanto a nivel ambiental como social y éstos son inevitables, por mucho que algunos pretendan confundirnos.
Por principio, la intervención humana, en este caso los turistas y toda la oferta para dar respuesta a sus expectativas y necesidades, causan una brecha en el equilibrio ambiental o ecológico, si se prefiere llamar así. Por tanto parece ilógico, poder llamar turismo ecológico a una actividad económica, que causa una serie de daños en los ecosistemas, donde se implanta.
Otro tema, al igual que en la agricultura, es la posibilidad de prevenir y mitigar los impactos negativos en el medio natural, pero en ningún caso se pueden evitar. Por eso o mas bien de ahí (Hablando genéricamente de la intervención humana en el medio), se formuló la concepción del desarrollo sostenible, donde se conjuga un cierto equilibrio, muchas veces muy inestable, entre desarrollo y conservación.

En muchas ocasiones, este denominado turismo ecológico, se liga al “green washing”. Pero si volvemos a esta definición encontrada en wikipedia, su sinónimo de ecoturismo, confunde aun más.

Muchos o algunos, entendemos que el ecoturismo es mas una forma o concepción de viajar, donde se priman los valores ambientales y sociales, del destino a visitar y que si queremos usar mas un acercamiento o una base conceptual turística, deberíamos puntualizarlo como turismo de naturaleza o turismo en la naturaleza, según queramos ser menos o mas genéricos, lo que implica una mayor restricción o tolerancia, respectivamente, en la gestión turística de las áreas naturales.

Aunque para alguien pueda parecerle una mera discusión semántica, lo cierto es que conlleva muchas confusiones y discusiones, creando un ruido de fondo, que en especial perjudica a la demanda turística, incrementando el riesgo percibidito a la hora de compra del producto. ¡Ténganlo en cuenta!

No obstante a final de Noviembre, discutiremos estos temas en el I Foro de Turismo, Innovación y Desarrollo (El rol de la Naturaleza en Colombia), que se celebrara en Santa marta y que anunciaremos muy pronto.

Un cordial saludo

Arturo Crosby

Editor

Turismo de Naturaleza en Colombia, todo un lujo, por descubrir.



Me gustaría aprovecharme de la experiencia que estoy teniendo ahora, trabajando como asesor internacional para el Plan de Negocios del Turismo de Naturaleza en Colombia, para escribir unas pequeñas pero quizás intensas reflexiones sobre este tema, tan importante.
Y lo primero que quiero enfatizar o posicionar es al turismo de naturaleza, como un turismo de LUJO, frase, que deje patente en una de mis presentaciones en la ciudad de Barranquilla, pudiendo observar claramente la cara atónita de muchos participantes, todos involucrados en este sector, ya sean públicos como privados, que por los gestos parecían poco entusiasmados y posiblemente porque muchos de ellos/as, tienen microempresas que no coinciden con las expectativas del turismo de lujo.
Pero, yo no hablo y hablaba de ese turismo de lujo, sino de algo mucho mas importante y transcendental para todos y es hacer comprender a la demanda turística, a la oferta y a las administraciones públicas competentes, que hoy en día y en un futuro próximo, el hecho de poder tener y disfrutar de la “Naturaleza” es y será un auténtico lujo, para una mayoría de la población. Por tanto estamos hablando de un turismo de lujo o si prefieren, basado en un lujo, alcanzable para muchos mas de lo que uno pueda imaginar.
Muchos países, han antropizado su medio natural, de tal forma, que el paisaje silvestre, se ha domesticado y apenas quedan parcelas rurales, con su encanto también, pero habiendo perdido una identidad.
En muchos países, no existe frontera entre lo rural y lo natural, peor sin embargo esto se nota a la hora de evaluar las motivaciones y expectativas de la demanda.
El lujo, de tener la mayor biodiversidad, es un factor de madurez ecológica, de alta importancia, pero si no se sabe traducir o transformar en realidades turísticas consumibles, será imposible que pueda generar desarrollo local y por ende beneficios a las comunidades y negocios locales.
Es la ya manida, potencialidad turística de muchos destinos o sitios naturales, basada en una valoración local y no en función de la demanda, que lo va a consumir, lo que conduce a errores graves en inversiones públicas y privadas.
Estoy convencido que la capacidad de gestión turística de un área natural, basado en la creatividad e innovación y teniendo en cuenta los límites aceptables de cambio, es la clave del éxito, versus potencialidad, que refleja solo las ventajas comparativas, pero no competitivas de un sitio.
Sin embargo, estoy seguro que Colombia, está seriamente apostando por tomárselo en serio, y no quedarse en la potencialidad, exigiendo ver los escenarios mas apropiados a corto y medio plazo.
Si la tendencia de mejora en la seguridad, continua mejorando, como parece, según las últimas noticias en diferentes medios de comunicación, podrá ocupar el nicho de este mercado, posicionándose como destino de referencia en turismo de naturaleza  en Latinoamérica, y claro a nivel mundial, también, sin duda alguna.
El conjunto de biodiversidad, paisajes, visibilidad de fauna y flora, comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas, patrimonio cultural tangible e intangible, y la ruralidad mostrada perfectamente por Juan Valdez y Garcia Marquez, suponen el valor añadido diferencial que otros competidores, no poseen. Pero hay que saberlo hacer.
Al igual que me ha ocurrido a mí, les invito a que descubran la naturaleza de Colombia. Quizás el riesgo sea, que se quieran quedar, como dicen ellas…
Un cordial saludo

Arturo Crosby