Cuando el olfato, la intuición, el sexto sentido, no acierta, es preferible pensar en la visión relativa, pero basada en el conocimiento y la experiencia del mercado.
Existe una serie de preguntas, muy usuales, cuando se visita un entorno turístico, algunas veces con la denominación temeraria de destino turístico, o en una mayoría de conferencias, presentaciones o jornadas:
¿Tiene potencialidad turística nuestra zona rural? Es una de las preguntas que más se hacen, pero porque quieren estar convencidos de la respuesta positiva y por tanto esperan que el profesional correspondiente, les asegure su futuro, premisa para el posible contrato de asesoría técnica.
¿Pero y porque con esa gran potencialidad, no hay desarrollo turístico?
¿Puede ser una empresa turísticamente rentable y no así, la zona donde se desarrolla la actividad turística o viceversa?
¿Cómo saber que mi sitio, es el mejor o que tiene potencialidad de desarrollo?, es decir cómo saber que no nos equivocamos, cuando afirmamos que nuestro entorno es el más bonito, el mejor conservado, de mayor biodiversidad,.. aunque no tenga infraestructuras públicas, bien desarrolladas o buenos accesos, y se maneje mas la intuición, que la profesionalidad….
Pero, si nuestro paisaje es tan bonito y los técnicos que nos han visitado, nos dicen, que debemos estar orgullosos y seguros, que los turistas vendrán, sin apenas hacer nada, ¿cómo es posible, que esto no funcione?
¿Unas cabañas, algún cursillo y una página web, es suficiente para tener éxito y lograr que nuestra comunidad indígena, nuestro emprendimiento rural o nuestro municipio, se haga turístico? Así lo dicen, los expertos que nos han dado este curso especializado.
Estas preguntas o comentarios realizados en demasiados lugares, son algo muy habitual en el medio rural o en ciertas áreas naturales, tanto de países desarrollados como de aquellos en desarrollo. La diferencia clara, entre ambos, es el nivel y calidad de vida existente.
Pero acuérdense o tengan en cuenta, que un “alojamiento turístico” tiene un objetivo y una función muy clara y es independiente, si se habla de turismo justo, solidario, eco turístico, sostenible, indígena, campesino, rural, agro, etno, etc….Por muchas conceptualizaciones que se le quiera dar, apellidos o prefijos, si no cumple su función principal no funcionara y por tanto no generará la satisfacción necesaria para que exista una generación de ingresos económicos, producto de la venta de servicios turísticos.
Creo que es hora, no solo de dar las respuestas adecuadas a esas preguntas que anteriormente se citaron, sino también de ser profesionalmente éticos y no conducir a engaños, con falsas expectativas, bien por desconocimiento técnico, bien por paternalismo erróneo, que no sé muy bien, que sería lo peor.
Pero lo cierto, es que se siguen dando las respuestas equivocadas, con o sin mala intención, porque repetir los mismos errores en diferentes lugares, hace tener dudas.
Ya en otras ocasiones, afirme, que existen unas reglas de juego, impuestas por el mercado, que hay que conocerlas muy bien para poder ganar o si no, se arriesga a perder el juego y la inversión. Y ya es momento, de no prometer otro juego, que no existe, sino enseñar las técnicas para saber jugar lo suficientemente bien, como para conseguir los resultados esperados e ir mas allá de la mera intuición, en especial, cuando ésta no deriva de la experiencia adquirida en el sector.
En el turismo rural, de naturaleza, etc…se sabe que hay un juego o mercado, pero apenas se conoce la forma de jugar o instrumentos y técnicas adecuadas para ganar, pero gracias al conformismo generalizado, se nota menos la perdida.
Pero el conocimiento y el saber hacer, sirven y mucho.
Arturo Crosby
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